Editorial

Jacobo Dib Jr.

Resumen


La historia de la gastroenterología en Venezuela ha sido y sigue siendo fascinante. Su padre, indiscutible, el Dr. Joel Valencia Parpacen se entregó por completo, junto a otros jóvenes médicos en la década de 1940, a forjar, no solo la especialidad formalmente y académicamente hablando, sino a la Sociedad Venezolana de Gastroenterología (SVG) que nos agrupa como un todo. Asimismo, y no menos importante, crearon su órgano de difusión científica, la Revista GEN.
Como hijo de un gastroenterólogo miembro de la SVG y gracias a sus congresos anuales, tuve la oportunidad de conocer gran parte de nuestro hermoso país. En aquella época (finales de los 60’ y toda la década del 70’), los congresos se realizaban un año en Caracas y otro en alguna ciudad del interior. En realidad esto se dio hasta hace poco, cuando la situación país cambió y golpeó, no solos los bolsillos de los miembros de la SVG, sino los de la propia industria farmacéutica, grandes promotores de aquellas magníficas convocatorias.
De modo que, esa sensación de percibir a la SVG como una gran familia la tengo desde la infancia. Ya como estudiante de medicina, tuve la oportunidad de participar en aquellos congresos. En el de Maracaibo de 1985 presenté como coautor un trabajo liderado por el Dr. Leopoldo Pérez Machado sobre la “Etentidina”, un “nuevo” bloqueador H2. La molécula finalmente no se comercializó por el reporte de algunos efectos secundarios y el veto de la misma FDA. En 1986, durante mi internado de pregrado en el Hospital “Miguel Pérez Carreño”, pude ver mis primeros estudios de ultrasonografía abdominal, realizados por el Dr. Nelson Carrillo, con un equipo del tamaño de un escaparate (Picker), que solo daba imágenes estáticas. En 1987 en el Congreso de Puerto Ordaz (graduado ya de médico), disfruté del programa científico que giraba en torno a la importancia del ultrasonido en la especialidad, con la “innovación” de un equipo portátil.
En aquellas reuniones científicas que atendía desde la infancia, había forjado amistad con los hijos y nietos de otros colegas de mi padre: Miguel Garassini Jr, Leonardo y Gabriela Sosa Valencia, Víctor y Enrique Madureri…
Aunque pareciera, por lo leído hasta ahora, que la elección de mi especialidad sería tarea fácil, no fue así. La medicina es tan amplia y tan bonita, que cualquiera de sus ramas es digna de asumirse como modo de vida. Durante el pregrado, en mi pasantía por el servicio de gastroenterología que lideraba en aquel entonces el querido Dr. Ricardo Salomón, tuve el privilegio de tener como Instructor al Dr. Juan Carlos González. La pasión del joven doctor por la especialidad (que aún está muy lejos de apagarse), también alimentó mi interés por aquella. Ni mencionar la majestuosidad con la que el Dr. Salomón conducía las revistas del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario de Caracas. Toda una cátedra.
Ya decidido por la especialidad y conociendo a todos aquellos maestros, ¿Dónde haría mi posgrado? La decisión no fue tarea fácil. Finalmente, después de muchas noches sin dormir, me dejé llevar por mi compañero y amigo de promoción, Víctor Bracho. Su papá, el Dr. Benigno Bracho, era adjunto del Servicio de Gastroenterología del Hospital “Jesús Yerena” de Lidice. Aquel Servicio, con el Dr. Ali Rivas Gómez a la cabeza y con adjuntos del calibre de los doctores Virgilio Casalta, Álvaro Carvajal, Dervis Bandres, Tony Conti, entre otros, me cautivó. Después, tuve el privilegio de cursar, de la mano del Dr. Raúl Monserat, el Fellow de Endoscopia Digestiva en el Hospital Oncológico “Padre Machado”. Fue otro lugar magnífico de aprendizaje, con el Dr. Isidoro Zaidman en la Jefatura de Servicio. Las reuniones, no solo las Gastro-Quirúrgicas, sino las del propio servicio, se tornaban en ocasiones muy acaloradas por las discusiones académicas. Pero, al final, después del acostumbrado abrazo del Dr. Manuel Bronstein con el Dr. Monserat, invitándolo a tomar un café, el rio retomaba su cauce. Eran debates intensos, muy intensos, de los que mucho aprendí.
Este nuevo número de GEN es el primero del período de nuestra nueva presidenta, la Dra. Carla Días. La Dra. Días, no solo es una profesional integra, sino que, como muchos de nosotros, lleva la gastroenterología y a la SVG en sus venas. Ella dice, con mucha razón, “la SVG somos todos”. Ese somos todos, es lo que me hizo reflexionar que, más allá de la realidad de que alguno de nosotros haya realizado su posgrado en tal o cual hospital del país, siempre terminamos siendo alumnos de otros. Mi historia es, con sus propios matices, la de muchos de nosotros. Así, orgulloso de haber egresado del Hospital de Lidice, no puedo, ni quiero ocultar, que soy el producto de la enseñanza de muchos fabulosos gastroenterólogos venezolanos: Pérez Machado, Rivas Gómez, Zaidman, Salomón, González, Monserat, Bronstein, Carrillo… Orgulloso de pertenecer, reitero las palabras de nuestra Presidenta: Si, la SVG somos todos y debemos actuar en consecuencia, participando activamente en nuestras reuniones científicas, promoviendo Fellowships en instituciones públicas y privadas y produciendo trabajos de calidad para esta, nuestra querida Revista GEN.


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DOI: http://dx.doi.org/10.61155/gen.v76i4.629

VIDEOS GEN



Pseudoquiste pancreático postraumático y Síndrome del Ducto Pacreático Desconectado.
Autor: Dr. Freddy Pereira Graterol

CPRE. Sitio de sección del ducto pancreático principal

Drenaje transgástrico de pseudoquiste pancreático

CPRE. Sección del ducto hepático izquierdo por traumatismo de abdomen





Cavernomatosis portal y colangiopatía portal. A propósito de un caso.
Autora: Dra. Anais Karina García Yaraure
 

Cavernomatosis portal Pre Colocacion de TIPS.

 

Cavernomatosis portal Post Colocacion de TIPS.




 

 

 

 

 

 

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Revista GEN
ISSN: 0016-3503 e-ISSN: 2477-975X
Depósito Legal: pp197602CS570
Sociedad Venezolana de Gastroenterología
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